La transformación digital ha modificado la vida cotidiana de las personas al proporcionar comodidad, eficiencia y ahorro de tiempo. Esto se ve en aspectos como las comunicaciones, el acceso a la información y la automatización de tareas. A pesar de los beneficios tecnológicos, también se han planteado preocupaciones en áreas como la salud mental y las relaciones interpersonales, planteando un reto para los creadores.
Se tiene la idea de que la tecnología puede alejar a las personas en vez de acercarlas y, a veces, puede tener efectos negativos en la salud mental debido a la sobreexposición y la adicción a las pantallas. A pesar de la creciente presencia de la tecnología, las personas siguen buscando la conexión con el entorno y el tiempo de calidad con amigos y familiares. Esta conexión con lo físico y lo natural sigue siendo esencial para la experiencia humana. ¿Cómo puede la misma tecnología ayudar a fortalecer las relaciones humanas?
La realidad virtual ofrece experiencias inmersivas, en su mayoría unipersonales en las que destacan las que ofrecen experiencias multiusuario, mientras que la realidad mixta tiene el potencial de permitir la interacción entre lo virtual y lo físico con experiencias compartidas con el entorno. Esto puede llevar a una mayor sensación de conexión y participación, la clave, "la comunidad". Como por ejemplo en Demiurgo se desarrolló la experiencia "Tierra de Maestros" de Dobel, en que a través de realidad mixta y experiencia multiusuario se pudo descubrir el mundo y proceso de la fabricación de tequila.
Es por ello que los desarrolladores de tecnologías y creadores de experiencias se han volcado al mundo de la realidad mixta, sin dejar la realidad virtual y la posibilidad de generar experiencias multiusuario que agreguen valor a la vivencia, al momento y al recuerdo. Ya no solo es decir "lo vimos juntos", sino una evolución a "lo vivimos juntos"; trascendiendo el mundo del entretenimiento del espectador a ser un actor dentro de la historia, ya sea como testigo o personaje. Además a esto se suma la posibilidad de recorrer un espacio en escala real y tener elementos phygital que coincidan entre el espacio virtual y el mundo físico.
Un ejemplo de ello es la tecnología DPORT que desde 2019 es un espacio inmersivo de realidad virtual multiusuario que te permite recorrer libremente nuevos multiversos como un avatar a escala real, con entregas como "La Vecindad de El Chavo DPORT" o próximamente "Siniestro" en el parque Urbano Aztlán de Ciudad de México, están redefiniendo lo que se conoce como una experiencia virtual o inmersiva; y actualmente explora las posibilidades de la realidad mixta.
Son muchas las posibilidades que ofrece la masificación de la realidad mixta en una experiencia mucho más natural con el entorno, vídeojuegos volumétricos colaborativos, salones de aprendizaje con elementos pedagógicos contextuales, capacitación multiusuario en modelos volumétricos y roleplay e incluso elementos de realidad aumentada contextual, simulaciones físicas y mucho más.
La idea central aquí es que la tecnología se convierte en una herramienta que habilita estas experiencias en lugar de ser el centro de atención. La tecnología y las definiciones se desvanecen en segundo plano, y lo más importante es la conexión y la vivencia de la vida misma, en una realidad extendida (XR).
Como se explora en la nota "La Carrera de los visores VR/MR: Apple, Meta y HTC Vive Compiten por el Dominio de la Realidad Virtual y Mixta", las grandes marcas como Meta, Apple y HTC Vive, que han liderado el mercado de consumibles de la realidad virtual, están entendiendo esto con sus nuevos lanzamientos, se está privilegiando ante todo la experiencia social, no solo dentro de la virtualidad, sino en el espacio real a través de la realidad mixta, a lo que se suma la integración de sus servicios.
El nicho de la realidad virtual y mixta da un salto a un concepto más centrado en los usuarios y su día a día, más allá de la tecnología, apuntala la carrera para consolidar una industria a un mercado de consumo, que sigue abriendo brecha y redefiniendo el futuro y las posibilidades, sin dejar de lado lo más importante, la experiencia humana y social.
Sin duda 2023 marcará un parteaguas en definir las posibilidades de la virtualidad en el mercado de consumo, por lo que los desarrolladores serán clave al crear valor a través de la infinidad de usos que presenta la mejora de la tecnología virtual.